Después del nefasto paso del huracán Ike el fantasma de la hambruna amenaza peligrosamente a Cuba. Cuando el huaracán Ike asomaba con fuerza por el Caribe y era tema de los titulares de los principales periódicos del mundo, le seguíamos el curso, pero, luego que pasó por Texas le perdimos la pista, y lo que es peor, nos olvidamos de escribir y describir la destrucción y tristeza que dejó en Houston y en muchas ciudades de Cuba.
Los huracanes 'Ike' y 'Gustav' castigaron Cuba entre el 30 de agosto y el 9 de septiembre, y dejaron unas pérdidas que se calculan en 5.000 millones de dólares. Otros expertos elevan la cifra hasta 10.000 millones. Las consecuencias del azote de Ike ahora van más allá, porque el precio de los principales productos agropecuarios ha subido irremediablemente en Cuba, por lo que se teme que el fantasma de la hambruna castigue la isla.
Según datos estadísticos, Cuba importa el 80% de los alimentos que consumen sus 11,2 millones de habitantes. El Ministerio de Agricultura de la República de Cuba dio a conocer que existen más de 110.000 hectáreas de cultivos afectadas. Se habla que se ha perdido el 60% de las cosechas.
Las pérdidas incluyen 5.300 toneladas de alimentos almacenados, un millón de pollos y 110.000 cerdos, 12.000 toneladas de carne porcina, 2.548 instalaciones pecuarias, casi dos millones de litros de leche dañados y alrededor de tres millones de litros que no pudieron producirse, de acuerdo a cifras oficiales.
Como ejemplos de las subidas de los precios de los principales alimentos están las cebollas que costaban de 5 y 10 pesos cubanos y ahora de 17 ó 18; la cabeza de ajo de 4 a 8, el aguacate de 10 a 15, el pimiento de 2 a 5, entre otros productos. Los pesos cubanos se cambian en el mercado oficial a 24 por dólar. En Cuba un trabajador gana de promedio al mes 408 pesos /17 dólares).
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