Desde hace dos semanas reina en la región de los Andes de Perú y Bolivia una ola de bajas temperaturas.
En las ciudades de Puno y Juliaca, que se encuentran a la ribera del lago Titicaca a unos casi cuatro mil metros de altura, se ha llegado a medir 12 grados centigrados bajo cero. Los meteorólogos pronostican que en invierno los termómetros caerán hasta los 27 grados bajo cero.
En la zona, normalmente calurosa de Madre de Dios, bajará hasta los diez grados, un hecho sumamente anormal en esa región selvática fonteriza con Bolivia y Brasil.
Uno de los principales problemas es que en esas regiones no existe un sistema de calefacción, y el que se usa, sólo tienen acceso las personas con recursos económicos altos o los hoteles para los turistas. Los pobres no.
Normalmente las temperaturas en invierno llegan a 20 grados durante el día y bajan a cero grados durante la noche.
Debido a esta ola de frío ya han muerto 19 niños menores de cinco años.
Y las Fuerzas Armadas peruanas auxilian a las poblaciones en peligro con alimentos y ropas para abrigo.
La situación se empeora para los campesinos que habitan las zonas altas de los Andes, en el altiplano, donde vacas, ovejas, alpacas no tienen que comer, porque con esa temperatura los pastos están cubiertos de hielo y el ichu que crece no puede ser comido por los animales.
Este fenómeno se debe al cambio climático. El cual acarrea desde el polo sur corrientes muy frías. Este fenómeno climatológico ha sido bautizado por los especialistas como fuerza cariolis.
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