Cuenta la leyenda, que un flautista - der Rattenfänger von Hameln- liberó de las ratas a Hamelin, en 1284 con un gran concierto de flauta. Tiempo después, el flautista quiso cobrar su recompensa y se la negaron; entonces, sonó nuevamente su flauta y los niños del pueblo desaparecieron con él.
La música sirve para limpiar la casa, el barrio, la ciudad, el alma, pero no para robarse a los niños como la leyenda.Sirve también para mover conciencias y salvar a muchos del mal. Eso esperamos.
Esta vez la música ha sido galardonada. El Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2008 se lo acaban de conceder al Sistema de Orquestas Infantiles y Juveniles de Venezuela, grupo filarmónico que inició José Antonio Abreu y cuenta con una red de 120 núcleos (escuelas) que integra a 270.000 niños y jóvenes de toda venezuela.
La gran noticia es que este proyecto puede ser imitado en otros países de latinoamérica. El tenor peruano Juan Diego Flores anunció que iniciará un proyecto parecido en Perú.
Para informarse más:
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