domingo, 7 de septiembre de 2008

El Juaguar, ser sagrado de los pueblos prehispánicos

El Jaguar, felino en peligro de extinción. Imagen tomada del sitio en Internet www.jaguarconcervancy.org
Por:Eréndira Estrada
Después de haber abordado temas tan distintos unos de otros como arquitectura colonial,  juego de pelota y cocina árabe, esta vez hablaremos de una de las figuras más emblemáticas del continente americano, me refiero al Jaguar, el felino más grande de América y el tercero del mundo después del león y el tigre. Su territorio abarca casi todo lo largo del continente, desde el desierto de Arizona hasta las selvas tropicales del Amazonas.
Este felino llega a medir una longitud, desde la nariz a la punta de la cola, de 1.70 a 2.30 metros, su pelaje es de color amarillento con manchas negras, aunque también los hay negros con manchas del mismo color. Sus habitos son nocturnos y es un excelente cazador. 
Desde tiempos inmemoriables el hombre ha tendo una vinculación muy estrecha con este animal, lo podemos observar en los códices o jeroglificos de antiguas civilizaciones como la olmeca, la maya, la azteca o la inca.
La fascinación que ha causado este felino se debe en primer instancia a su ferocidad, grandeza y poder, es por ello que el papel que ha representado a través de la historia lo posiciona como una de las deidades más respetadas dentro de la cosmovisión prehispánica. 
Culturas como la maya y la olmeca retomaban los rasgos de este animal para tatuarlos en la piel y afilarse los dientes y así tener una similitud con ellos. La valentía y la destreza del jaguar eran de gran valor para las culturas mesoamericanas, es por ello que la piel del animal sólo podía ser usada para los hombres valientes. 
También es evidente la presencia del felino en diversas manifestaciones culturales, como grabados, estelas, cerámicas, bordados e incluso en la continuidad cultural de muchos pueblos y comunidades. 
En lo que se refiere a las creencias religiosas, este felino jugó un papel importantísimo, por ejemplo, para los olmecas el jaguar representaba el mito sobre la interacción que tenía su espíritu con los seres humanos.
Este mito trata sobre la creencia de que un jaguar copuló con una mujer y de esta unión nacieron los “hombres jaguar” representados como ninos jóvenes y adultos masculinos. 
La figura del jaguar se repite constantemente en los jeroglíficos de los mayas y el vocablo Bálam, que quiere decir jaguar en lengua maya, es el elemento primordial en los nombres de héroes míticos o de reyes. 
En la mitología de esta cultura se creía que los Bacabs eran dioses jaguares, ellos eran los cuatro hijos de los dioses Itzamna e Ixchel. Como dato adicional los Bacabs sostenían el cielo en cada uno de los cuatro puntos cardinales a los que se les asoció un color, rojo al este; blanco al norte; negro al oeste; amarillo al sur; y verde al centro, siendo este último el lugar donde se ubica una gran ceiba cuyas raíces penetran en el mundo subterráneo. 
Para las culturas andinas el jaguar también tuvo una relevancia importante , sobre todo en el aspecto religioso. El felino o sus atributos se asocian a imágenes humanas, algunas veces de guerreros, por lo que se cree que el culto felínico tuviera una estrecha relación con la prácticas bélicas. 
Según el artículo publicado por Ximena González Elicabe, “En las provincias de Salta, Catamarca y La Rioja, en Argentina, el jaguar es conocido en la creencia popular de los lugareños como el tigre-uturuncu, el pueblo cree que muchos de los tigres (uturuncos) son hombres transformados, y no son bien vistos quienes los cazan
Cuenta el Inca Garcilaso que el culto del felino fue anterior a los Incas quienes "se dejaban matar" por el tigre cuando lo encontraban y en general no lo cazaban.” Existe una leyenda llamada el Indio tigre proveniente de la región guaraní que habla sobre la metamorfosis de los hombres en felinos, denominados Yaguaretés-Avás, se cree que estos son indios viejos bautizados que de noche se vuelven tigres a fin de comer gente. 
La transformación de hombre en tigre, según cuentan lugareños de Catamarca y la zona Calchaquí, se obtiene revolcandose sobre su cuero, con ciertas ceremonias, invocando al felino; también untándose con grasa del felino. Para los antiguos pobladores mesoamericanos los animales eran parte de su vivencia diaria y formaban parte de su espiritualidad religiosa y sobre todo jugaban un papel muy importante en el universo. 
Para los Olmecas el jaguar era considerado animal totémico y sinónimo de la madre tierra vinculado al hombre a través del culto a los recién nacidos. 
En su simbología aparece también la serpiente de agua como símbolo de agua aterrestre, de esta fusión de animales surge un ser mitológico con características de ambos animales y que representaba el agua fertilizante que fecundaba la tierra, de la cual nacía el maíz que representaba la vida. 
De esta forma tanto el jaguar como la serpiente adquirieron una forma divina que explicaba los misterios de la fecundidad y el nacimiento de los seres humanos. 
En la cultura maya la gente que utilizaba vestimentas de jaguar era una persona con autoridad en la sociedad, por lo general representada en los códices. 
El dios del Sol, se transformaba en jaguar para poder viajar durante la noche por el mundo de los muertos. La piel moteada de este felino representaba las estrellas. 
Las ruinas Mayas de Yucatán presentan elaboradas imágenes del jaguar. 
Para los Mayas, el sol jaguar dominaba la noche y el día, el sol jaguar al caer la tarde luchaba contra Xilbalban (el inframundo) durante la noche, venciéndolo y saliendo una vez mas al día siguiente. 
Como podemos ver, el jaguar siempre fue venerado por su grandeza y fortaleza, fue un ser emblemático con profundos conocimientos de la naturaleza y la vida, fue un criatura divina, sin embargo la caza indiscriminada motivada principalmente pos su bello pelaje ha hecho que este felino se encuentre hoy en día en peligro de extinción. 
Tan sólo durante la década de los anos 60, según datos de Greenpeace, se cazaron cada ano 15 mil ejemplares tan sólo en la región del amazonas menguando así su población. Actualmente se sigue cazando a este animal por increible que parezca, incluso países como Guyana Francesa es legal la caza del jaguar. 
Otro de los problemas a los que se enfrenta esta especie es a la disminución de su hábitat en los bosques del sur y centroamérica;y por si fuera poco, ya figura en la lista de animales en vías de extinción de la Convención sobre Comercio Internacional de Animales en Peligro de Extinción de la Fauna y Flora Silvestres (CITES). 
No dejemos morir a esta leyenda viviente tan emblemática del continente americano.    

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