Italia puede padecer hoy –si pierde ante España- de un síndrome que les cae como un relámpago a los equipos que sufren de arrogancia de cabo a rabo: la renovación absoluta de su filas. Delante de Italia estará España, formado por un cuadro de jugadores de quilates. Pero en el fútbol no hay lógica, por eso fascina o aburre, como los 120 minutos (menos 3) del Croacia-Turquía.Holanda cayó ayer ante una Rusia que cuenta con talentos jovencícimos, los cuales no se amilanan por nada del mundo ante nombres pomposos como X o Y, esperemos que España no olvide esa receta y juegue de igual a igual a una Italia que hace unos días era el hazmerreír de la Eurocopa.
Por otro lado, la pregunta del millón es si el miércoles ¿ganará Turquía a Alemania?. En el fútbol nada es previsible, juegan once contra once y al final gana Alemania, decían por allí las malas( o buenas) lenguas.
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