Los que estamos acostumbrados al fútbol de arte y elegante, como el de Brasil o de Argentina, vemos en esta Eurocopa la otra cara del balompié: la que tiene que ver más con la condición y la fuerza, con la lucha y la velocidad. El fútbol a veces aburre. Aburre cuando la pelota va de esquina a esquina sin sentido y sin son. Por eso que si Brasil fuera parte de Europa, esta Eurocopa sería distinta.Pero no hablamos de todos los equipos. Portugal, Holanda y España juegan, hasta el momento bonito. Eso de meter goles está bien, pero aburrirnos con el fútbol 90 minutos está mal. Esto está pasando con algunos partidos en Suiza y Austria.
Sería hermoso ver un Portugal-Holanda o un España-Alemania. ¿Alguien echa de menos a Raúl?. Cuidado, si el equipo español tropieza mañana viernes frente a Suecia la cosa puede cambiar.
En Portugal por fin apareció Ronaldo y Deco. Turquía gana en el último minuto. Grecia está para llorar. La República Checa todavía puede sorprender. Croacia seguirá aburriendo con su mala copia de un fútbol argentino-brasileño. ¿Alguien vio a Italia? ¿Dónde está Francia?. Polonia se enfrenta esta tarde a Alemania.
Puede ganar cualquiera, eso da igual, pero que nos dejen con más ganas de ver fútbol. Que la pelota despierte pasiones, no chauvinismos y que no se convierta obligatoriamente este evento futbolístico en un saludo con goles simplones, sin belleza ni señorío.
¿Dónde está Platini, Cruyff, Eusebio, Di Stéfano?
El fútbol necesita urgentemente un Maradona, dos, tres Maradonas.
¿Se podrán clonar?
Mientras tanto, mientras esperamos, sigamos viendo esta Eurocopa. Quizá se haga la magia.
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